A veces el fin del verano puede presentarse como un momento gris, sobre todo si también supone una vuelta a la rutina y un cambio sustancial en el tiempo que podíamos dedicarnos a nosotr@s mism@s y a nuestras familias y/o aficiones. En el caso de l@s niñ@s puede suponer un cambio doloroso, aun más si un cambio de centro, de etapa o de modo de vida se suma(n) a esta vuelta a la normalidad.
Hace unos días hablando con mi hija, que cambia este año de centro educativo, percibí en ella un nerviosismo que me dejó un tanto preocupada. No pude definir muy bien la causa del mismo, aunque todo empezó a raíz de una conversación sobre su nuevo cole. Como ella no quiso que siguiéramos la charla, ahí quedó todo. Al día siguiente se despertó feliz, como normalmente tiene la suerte de despertarse, de modo que lo di por solventado. Sin embargo, esa misma noche volví a comprobar que su nerviosismo volvía a hacer aparición, acrecentado. Esta vez sí que intenté saber qué le sucedía y al preguntarle directamente estalló en llanto. Me sorprendió mucho comprobar que, en su preocupación, el cole no era más que otro pequeño elemento que se sumaba a una lista de cambios y cuestiones que parecía agobiarla hasta las lágrimas. La tranquilicé lo mejor que pude, la consolé hasta que se quedó dormida... y ahí empecé a pensar.
Pensé en cómo una peque de todavía 5 años puede hilar tan fino y ser consciente de tantos temas a un tiempo; en cómo pueden nuestr@s peques ser tan madur@s. Me sorprenden la intensidad de sus sentires, lo certero de sus observaciones y la desmesurada fatalidad de sus pensamientos. Hablo con las y los amiguit@s de mi hija a menudo, me encanta escuchar y observar a l@s niñ@s... y soy de las que piensa que poseen una sabiduría innata, ¿quizás por su inocencia? .. Desde luego esta generación que crece ahora es increíblemente consciente de lo que la rodea.
Y desde ahí seguí pensando en cómo podía ayudar a mi hija. Soy terapeuta y sé que l@s niñ@s, por supuesto, quedan al margen de todas las terapias (a no ser que sea necesaria por motivos concretos y conducida por un profesional de la salud o de la educación, en caso de tratarse de un trastorno cognitivo, etc.). Sin embargo le daba vueltas hasta que... ¡¡claro!! como bien se dice: en casa del herrero cuchillo de palo.. ¡podía hacerle un preparado floral a mi hija para ayudarla con todas estas preocupaciones que la agobiaban!
Porque no importa si estas preocupaciones son más o menos justificadas, más o menos reales vistas desde nuestra óptica adulta; lo que importa es el sufrimiento que esa pequeña tiene en ese momento, o la angustia que no deja que ese niño concilie el sueño y descanse con tranquilidad, o que incluso le puede cambiar el carácter. O sea que si lo importante es darles un remedio certero, efectivo, seguro, no invasivo e inocuo: ¿cómo no habían llegado antes a mi cabeza las flores de Bach?
Las flores de Bach son altamente efectivas en niñas y niños. Son la solución ideal, aunque gran parte de su éxito se basa en el diagnóstico.
Y bien, si mi hija no quería hablar del tema ¿cómo diagnosticar? .. mmmm.. Afortunadamente esta segunda cuestión estuvo rápidamente resuelta: la solución era testar desde los Registros.
Parte importante de mi trabajo como terapeuta lo llevo a cabo con los Registros Akáshicos y parte de la terapia, o de la consulta de Registros, es la limpieza energética profunda de bloqueos que hago, siempre en primer lugar, a las personas que consultan. Hay muchos tipos de bloqueos y algunos pueden incluso alterar los resultados de las lecturas, de modo que siempre me gusta empezar por ahí.
Después de la limpieza paso a consultar los registros para obtener toda la información que la persona necesita o me ha solicitado previamente. En su momento, cuando trabajaba en cómo dar servicio a las personas de la manera más eficaz y eficiente posible, se me ocurrió que el colofón perfecto a las lecturas eran, precisamente, las flores de Bach. Me pareció muy buena idea porque las esencias florales son muy sutiles y trabajan con el alma y en los registros precisamente lo que hacemos es trabajar con las memorias del alma. Y se me ocurrió testarlas desde los registros porque no es lo mismo diagnosticar una misma a partir de lo que la persona me explica, que dejar que sean los propios guías personales de esa persona los que indiquen qué es lo que necesita su propia alma en cuestión. Digamos que no hay color... jeje. La verdad es que hasta ahora las personas que han venido se han ido todas muy satisfechas, de modo que el método científico (ensayo/error) me indica que es muy buena idea trabajar así. De momento llevamos un 100% de aciertos, ¡espero seguir así!
O sea que, volviendo a la cuestión que aquí nos ocupaba, era evidente que la solución pasaba por testar las flores desde los registros, para que fueran directamente los guías los que me dijeran qué necesitaba mi niña para apaciguar sus ánimos. Y llegada aquí, vino la última parte de esta cuestión: la limpieza de bloqueos. A l@s niñ@s no se les pueden nunca leer registros: no están preparados en absoluto, no pueden saber cómo interpretar las informaciones; deben crecer primero. Pero, ¿por qué no limpiarles los bloqueos? pudiera ser que en algún caso de preocupación muy intensa hubiese realmente algún bloqueo... y así es como nació esta pequeña terapia que realmente no es ninguna terapia, ya que el o la peque ni se entera de que se le esté haciendo ninguna limpieza.
Esta no-terapia para niñ@s se trata pues, simplemente, de dar flores testadas desde los registros, lo que aumenta su eficacia, efectividad y sobre todo, acierta del todo en el diagnóstico.
Antes de preparar las flores limpio los bloqueos del o la peque, por si su preocupación hubiese sido tan intensa que hubiera llegado a bloquearl@ en algún aspecto y.. voilà. ¡Ya está! :)
Como conservante para el preparado floral, glicerina vegetal biológica, como por supuesto no podía ser de otro modo...
Ahora sólo me queda deciros que ¡puedo afirmar de primera mano que es altamente efectiva! ;)
Si os interesa para vuestr@s peques, quedo a vuestra disposición.
¡Gracias por vuestro tiempo y vuestras lecturas!